Apuntes

lunes, 15 de julio de 2013

viernes, 31 de mayo de 2013

Aprender



'Me hago viejo aprendiendo sin querer muchas cosas'

Solón de Grecia

jueves, 25 de abril de 2013

Discursos

Estoy muy perezosa con el blog, lo reconozco ante los amigos que me recuerdan que llevo casi un mes sin actualizarlo. Son rachas. Yo abrí este blog para escribirlo por gusto y no por obligación. Y en los últimos tiempos no me ha apetecido escribir nada, ni dejar música alguna pero ayer leí el magnífico discurso que José Manuel Caballero Bonald pronunció al recibir el Premio Cervantes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares y me apetece citar su final. Es el cierre perfecto a un texto impecable. Aquí queda para que también yo pueda releerlo y disfrutarlo cualquier otro día que pase por aquí.



'Creo honestamente en la capacidad paliativa de la poesía, en su potencia consoladora frente a los trastornos y desánimos que pueda depararnos la historia. En un mundo como el que hoy padecemos, asediado de tribulaciones y menosprecios a los derechos humanos, en un mundo como éste, de tan deficitaria probidad, hay que reivindicar los nobles aparejos de la inteligencia, los métodos humanísticos de la razón, de los que esta Universidad -por cierto- fue foco prominente. Quizá se trate de una utopía, pero la utopía también es una esperanza consecutivamente aplazada, de modo que habrá que confiar en que esa esperanza también se nutra de las generosas fuentes de la inteligencia. Leer un libro, escuchar una sinfonía, contemplar un cuadro, son vehículos simples y fecundos para la salvaguardia de todo lo que impide nuestro acceso a la libertad y la felicidad. Tal vez se logre así que el pensamiento crítico prevalezca sobre todo lo que tiende a neutralizarlo. Tal vez una sociedad decepcionada, perpleja, zaherida por una renuente crisis de valores, tienda así a convertirse en una sociedad ennoblecida por su propio esfuerzo regenerador. Quiero creer -con la debida temeridad- que el arte también dispone de ese poder terapéutico y que los utensilios de la poesía son capaces de contribuir a la rehabilitación de un edificio social menoscabado. Si es cierto, como opinaba Aristóteles, que la “la historia cuenta lo que sucedió y la poesía lo que debía suceder”, habrá que aceptar que la poesía puede efectivamente corregir las erratas de la historia y que esa credulidad nos inmuniza contra la decepción. Que así sea'

lunes, 1 de abril de 2013

Abril...este año en alemán

April

Augen, sagt mir, sagt, was sagt ihr?
Denn ihr fragt was gar zu Schönes?
Gar des lieblichsten Getönes;
Und in gleichem Sinne fragt ihr.



Doch ich glaub' euch zu erfassen:
Hinter dieser Augen Klarheit
Ruht ein Herz in Lieb' und Wahrheit,
Jetzt sich selber überlassen,

Dem es wohl behagen müßte,
Unter so viel stumpfen, blinden,
Endlich einen Blick zu finden,
Der es auch zu schätzen wüßte.

Und indem ich diese Chiffern
Mich versenke zu studieren,
Laßt euch ebenfalls verführen,
Meine Blicke zu entziffern!

Johann Wolfgang von Goethe


domingo, 31 de marzo de 2013

sábado, 30 de marzo de 2013

La espera


En esta noche cargada de silencio, cargada de esperanza, resuena la invitación que Dios nos dirige a través de las palabras de san Agustín: "Tened fe. Vosotros vendréis a mí y gustaréis los bienes de mi mesa, así como yo no he rechazado saborear los males de la vuestra... Os he prometido la vida... Como anticipo os he dado mi muerte, como si os dijera: 'Mirad, yo os invito a participar en mi vida... Una vida donde nadie muere, una vida verdaderamente feliz, donde el alimento no perece, repara las fuerzas y nunca se agota.'

Benedicto XVI en el Coliseo Romano, al finalizar el Vía Crucis del Viernes Santo de 2011

martes, 26 de marzo de 2013

lunes, 11 de febrero de 2013

Renunciar



Hace unos días escribía que enero había sido un mes trepidante en noticias pero que todavía nos quedaban muchos días por delante y muchos teletipos de ésos que antes paraban las rotativas y ahora colapsan los ordenadores y las redes sociales. Y hoy, el día en que los católicos celebramos a Nuestra Señora de Lourdes, todavía estamos asimilando un hecho insólito en 600 años: nada menos que la renuncia del Papa de Roma, como lo llamaba una de mis tías. Me dió la noticia un compañero de trabajo un poco guasón, y como media hora antes habíamos estado hablando acerca de dimisiones, abdicaciones y cesantías, pensé que estaba de guasa. ¿Renunciar el Papa? No me parecía verosímil, la verdad. Sin embargo, así ha sido y a estas horas los vaticanistas de todo el mundo se esfuerzan en encontrar las claves de la inesperada decisión de Joseph Ratzinger.

Inesperada e improbable pero posible, no sólo porque los hechos así lo han dejado patente, sino porque está prevista en el Derecho Canónico que establece que  los dos modos previstos para el cambio en la cabeza de la Iglesia son el fallecimiento del Papa o su renuncia y que en este segundo supuesto sólo se requiere que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, sin necesidad de que sea aceptada por nadie. Se añade, además,  que una vez hecha la renuncia y manifestada, en el modo que sea, la Sede Pontificia queda vacante y no puede volverse atrás.

Los vaticanistas más avezados insisten en que la renuncia papal ha pillado por sorpresa no sólo a todo el orbe católico sino también a la Curia y, por supuesto, a ellos mismos. El Vaticano es un sitio que ha dado para muchas novelas y esta renuncia abonará teorías conspiratorias de todo tipo. Yo, con toda sinceridad, renuncio a entender las causas. No voy a decir que lo acepto como si fuese un dogma más, porque no es el caso pero, por ahora, sigo perpleja, atónita y hasta confundida.

martes, 5 de febrero de 2013

Unos tristes y certeros versos



The best lack all conviction, while the worst
Are full of passionate intensity.

William B. Yeats
(The Second Coming)


jueves, 31 de enero de 2013

Resumiendo que es gerundio




Enero se ha ido casi sin sentirlo y la cuesta de febrero, corta pero intensa, ya se asoma en el calendario. Casi sin entararnos, entre los Carnavales, las Fallas y la Semana Santa, que este año es marcera, nos plantaremos en la Feria de Abril. Y de ahí a San Isidro, un suspiro, así que es hora de que nos vayamos poniendo las pilas porque superado enero, en un abrir y cerrar de ojos, estaremos con los calores de junio, julio y agosto, o lo que es lo mismo, en la jornada contínua de verano, quien la tenga, y en las vacaciones. Y ya se sabe que septiembre, en lo que superamos el trauma postvacacional, nos organizamos y hacemos buenos propósitos, tampoco da mucho de sí y además, quien más y quien menos ya tiene la vista puesta en el puente del Pilar, que este año no es tal pero da lo mismo porque nos resarciremos, 15 días después, con el de Los Santos que este año cae en viernes y que yo sepa, no lo han quitado todavía.  O sea, ya  en noviembre que termina con San Andrés y enfila diciembre, ese mes inexistente e improductivo que se diluye entre Santa Constitución, la Purísima y las comidas y cenas de Navidad. Y habremos llegado - ¡Por fin!- al ansiado final de año que dicen que traerá la anhelada recuperación económica.

Resumiendo, que lo peor del 13 ya ha pasado y ahora ya sólo nos queda asimilar la resaca de Bárcenas, de los sobres de Génova 13, de las cuentas en Suiza de casi todos, del desdoblamiento de personalidad de Amy Martin, de la declaración soberanista del Parlamento Catalán, del ático del Presidente de la Comunidad de Madrid, de Urdangarín con sus zafiedades, sus sociedades, sus fianzas, sus presuntos delitos y sus muchísimos beneficios, de la imputación del secretario de las Infantas de España, de la abdicación de la Reina de Holanda, del hecho paradójico de que, como dice mi amiga Ana, en abril, la sangre española, a ritmo de bandoneón, va a volver a reinar en Flandes y Guillermo de Orange se revolverá en su tumba... ¿Alguien da más?. Pues sí, seguro que todavía nos queda muchísimo más. Por eso más vale que este año pase volando, aunque sea en low cost.